• El gobierno autonómico acaba de activar, en colaboración con la ONG Farmamundi, un convenio para prevenir y dar respuesta a la pandemia del coronavirus en el campo de refugiados Kyaka II
  • Este campo suma cerca de 63.000 personas: una incesante marea de gente que huye de los 25 años de conflicto armado del Congo
06
Jul
2020

Han sido tantas, que probablemente el Congo no sepa ya cuando comenzó la primera de las guerras que asolan el territorio desde hace ya un cuarto de siglo. O, si lo sabe, tal vez no quiera recordarlo, porque supone exponerse a un baño de sangre y olvido que suma ya más de 5 millones de víctimas desde que –nosotros sí lo recordamos-, en 1996 una invasión ruandesa entrase en el país buscando derrocar al dictador Mobutu Sese Seko y defender de las matanzas a la minoría tutsi.

Un chispazo inicial y regional que terminó por convertirse en el mayor frente de batalla desde la Segunda Guerra Mundial, al que se fueron sumando distintos países africanos seducidos por las concesiones mineras.

Pero esa, la del Congo, es una historia demasiado larga y triste que se aleja de la nuestra, y que sólo se conecta a través de esas mareas de gentes desplazadas en busca de un futuro que no existe. Muchas llegan hasta Uganda, un pedacito de tierra colindante, en pleno corazón de África, que suma alrededor de 1,2 millones de habitantes.

Allí hay varios campos de refugiados que acogen a congoleños huidos de un conflicto bélico que se ha desnaturalizado tanto que se ha convertido en cotidiano. En 2017, había entre 27.000 y 30.000 refugiados congoleños en el campo de Kyaka II. Este campo se abrió cuando se decidió cerrar Kyaka I, que llevaba 21 años de servicio, durante la repatriación de los refugiados ruandeses. En Kyaka II había el año pasado cerca de 63.000 refugiados.

Prevención y respuesta al Covid-19

Gente que busca un lugar en el que olvidar; también esta época del Covid-19. Y hasta allí llega un año más la solidaridad de Galicia: el gobierno autonómico acaba de activar, en colaboración con la ONGD Farmamundi, un nuevo convenio para actuar ante emergencias humanitarias, con el objetivo de llevar a cabo una intervención de prevención y respuesta a la pandemia del coronavirus en Uganda, en concreto, entre los refugiados de Kyaka II.

Entre las actividades previstas, se incluye el reparto de equipos de protección individual ante el Covid-19 a 40 promotores de salud y personal sanitario de Kyaka II, así como la organización de jornadas de sensibilización de educación en salud y prevención en las que participarán unas 2.000 personas.

De este modo, la actuación llegará a un mínimo de 2.040 personas, de las que más de la mitad son mujeres. Además, unas 24.600 recibirían de forma indirecta los mensajes de prevención difundidas a través de programas de radio y con la colocación de carteles informativos.

Una pequeña pica gallega en el corazón de Uganda, que tiene por objetivo prevenir posibles brotes de la enfermedad a nivel local, puesto que, por desgracia, si llegan a producirse ya no habría nada que lamentar.

En Uganda hay hasta la fecha poco más de 900 casos cofirmados por Covid-19, y el de Kyegegwa es uno de los distritos más vulnerables del país, no sólo por los escasos recursos sanitarios, sino también por esos movimientos transfronterizos: ese incesante venir de gente desde el Congo.

Colaboración desde el 2009

Esta actuación se suma a otras que la Xunta de Galicia y Farmamundi realizan conjuntamente desde el año 2009 en el marco de los convenios de colaboración para atender las necesidades más urgentes de las poblaciones afectadas por catástrofes de origen natural o humano.

El objeto de estos convenios es el de realizar las actuaciones que ambas partes acuerden, de cara a atender las necesidades más urgentes de las poblaciones afectadas por catástrofes de origen natural o humano, con especial énfasis en los colectivos más vulnerables.

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